cuando se creo la iglesia catolica
Los herejes, que no alcanzan todos juntos a un cuarto de los católicos, se hallan tan divididos en sectas, de las cuales unas rechazan como absurdo lo que otras profesan como dogma, que ni ellos saben cuántas son, ni solamente convienen entre sí mucho más que en no reconocer a la Iglesia católica. El temor a granjearse la enemistad o la cólera divina dominaba la presencia, así como el temor a la condenación eterna y los horrores del infierno, predicados insistente y detalladamente desde los púlpitos, dominaban la visión de ultratumba. La Iglesia cristiana había doblegado primero al Imperio Romano y luego a las tropas salvajes, que se habían transformado a la novedosa fe por las ventajas que acarreaba para la convivencia con sus contrincantes.
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Iglesia Católica
Asimismo, muchos se preguntan por qué el papa Silvestre I no asistió a dicho concilio ecuménico, siendo él el mucho más adecuado para presidirlo. Por ello algunos expertos sostienen que el motivo de su sepa fue que Constantino estableció en Nicea una exclusiva religión sincretizada, mezclando elementos paganos y cristianos, y rompiendo definitivamente con las fuentes judías de las que procedía el cristianismo original. El resultado final de esta fusión de elementos paganos y judeocristianos habría sido, según esta teoría, la Iglesia católica romana que ha pervivido, con muy escasos cambios, hasta nuestros días. Otra de las resoluciones que determinaron la historia de Occidente en los siglos venideros, fue la refundación del cristianismo como una religión de Estado adaptada a las pretensiones del Imperio, y bajo el aspecto de una nueva Iglesia institucionalizada, católica y romana. Paradójicamente, con el devenir de los siglos, acabaron siendo los monarcas cristianos quienes debieron rendir obediencia a los papas, herederos de los viejos césares, y someterse a su intención. Durante esta etapa la iglesia se ha convertido en aliadas de las monarquías, donde los reyes tienen demasiada predominación sobre la iglesia Católica y hacen que los obispos ordenen sacerdotes y cardenales sin tener la vocación al sacerdocio, siendo la única condición la de ser allegados al rey de turno.
Como las ciencias y las artes, si bien haya libros, se aprenden con maestros, así ha amado sea con la religión. Y hasta para eso ha dispuesto que la Sagrada Biblia no tenga estilo, lenguaje y procedimiento acomodados a la instrucción del vulgo. Los protestantes, no aceptando la infalibilidad del Papa, vienen a entablar una como infalibilidad en cada lector de la Biblia; pero como la tal infalibilidad individual no la dió el Señor, sino es un capricho del orgullo heretical, resulta que cada hereje, con la Biblia en la mano, se forja una religión a su gusto. En la vieja Ley la Sinagoga no era infalible, pero el Señor proveía con revelaciones frecuentes y profetas santos. El Papa, por ser infalible, no cambia de naturaleza, ni tampoco le revela Dios nuevas doctrinas; solo, sí, le asiste a fin de que, cuando enseña a la Iglesia universal, definiendo cosas de fe y prácticas, no pueda errar.
Ese generoso desprendimiento imitan los religiosos de uno y otro sexo, mientras que los comunistas y socialistas hacen lo contrario; comienzan por estimar las riquezas ajenas, y después tratan de robarlas a sus dueños, trastornando y desbaratando la sociedad. Desde Adán existió, existe y va a existir siempre y en todo momento la ley natural, llamada de esta forma, no porque el hombre la haya inventado, ni pues no se ordenase desde ese momento a conducirnos a un fin sobrehumano cual es el cielo, sino pues se funda en nuestra naturaleza, y en la revelación y felicidad que el Criador dio al género humano en su mismo origen. Basta no haber perdido el los pies en el suelo para saber que, siendo la Iglesia católica obra de Dios, cualquiera secta que tenga otra religión, u otra Cabeza en religión, es obra del enemigo de Dios. Por entonces hicieron su aparición los patarinos o “andrajosos”, el primer grupo espiritual popular que logró en frente de los excesos opulentos de las altas instancias clericales. El conjunto se encontraba formado por clérigos de base y gentes de extracción humilde, que se aliaron con los plutócratas contra el estamento religioso oficial. Se adelantaron de esta manera dos siglos a los dulcinistas, que paralelamente seguían las ideas del milenarista Joaquín de Fiore, que llamaba Babilonia a la Iglesia de su tiempo.
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- Por otro lado, ¿no es justo que después que Dios padeció y murió por salvarnos, se nos demande algo más penoso?
- Es verdad que, a primer aspecto, se ha complicado el perdón, con obligarnos a solicitarlo postrados frente a un hombre como nosotros, aunque también a los judíos lo prescribía su ley; pero, si bien se mira, esto mismo nos genera inestimables virtudes.
- Vese por todo lo que se dijo, cuánto importa conservar hasta la muerte la costumbre cristiana que aprendimos de nuestras mamás, rezando devotamente todas y cada una de las mañanas y todas las noches.
Se dejó la construcción de novedosas iglesias y los líderes cristianos alcanzaron una relevancia decisiva. A lo largo del reinado de Constantino se introdujeron importantes cambios que afectaron a todos y cada uno de los ámbitos de la sociedad del Bajo Imperio. Las legendarias legiones romanas desaparecieron y fueron substituidas por cuerpos de infantería pesada muchos más reducidos, y unidades de caballería eminentemente. La religión cristiana ha cumplido ya 21 siglos de vida y, al margen de cuestiones espirituales, ha dejado un legado artístico y cultural sin parangón en Europa. Lutero tenía alguna razón al iniciar su reforma, pero fueron las razones políticas de su tiempo, mas que las religiosas, las que llevaron a los reyes alemanes y a los principados a respaldar sus tesis. En realidad si lo vemos desde el fondo, fue mas una reforma política que una reforma religiosa.
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El emperador abrió el concilio con un solemne alegato pronunciado en heleno, y ataviado con unos pesados y vistosos ropones talares adornados con lujosos brocados hechos en oro y plata. Una imagen que se corresponde más con la de un papa medieval, que con la de un tradicional emperador romano. En Nicea, el emperador impuso el dogma de la Santísima Trinidad presionado por los obispos reunidos en el concilio incondicionales del mismo. Por otra parte, los defensores de la Iglesia católica afirman que las bases del dogma ya se daban en la iglesia primitiva, unos 200 años antes de festejarse el concilio. Tal como la definición de «católico», término que procede del griego καθολικός (katholikós) y que significa “universal”. Se estima que la influencia de Elena, su madre, que era una devota cristiana, fue decisiva. Sin embargo, Constantino, siguiendo una popularizada práctica de la época, no fue bautizado hasta estar cerca de la desaparición , y fue un obispo arriano, Eusebio de Nicomedia, que no católico, quien le bautizó.
Poco después de que empezara el confinamiento muchas personas creyeron que quienes exponen su salud, y ciertos más que eso, especialmente las trabajadoras y los trabajadores de la sanidad, merecía… A lo largo de su reinado, Constantino ingresó un importante número de cambios en el sistema monetario. El clásico áureo dio paso a una nueva moneda, el sólido de 4,50 gramos, como moneda del Imperio De roma. Esta moneda sobrevivió al propio Imperio de Occidente, y fue la divisa del Imperio Bizantino hasta el momento en que perdió predominación como divisa internacional en oposición al dinar árabe de los Omeyas allí por el siglo X. En temporadas de abundancia, era fácil negociar con los puebles que habitaban al otro lado del limes y beneficiar los intercambios comerciales.
