catedral de sevilla españa
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En el centro de la nave principal se encuentra el coro, y la capilla mayor, que alberga dentro suyo un pasmante retablo, uno de los mayores de la cristiandad, que fue realizado entre 1482 y 1564 en distintas fases. Tras la desaparición de Carlín en el año 1448 tomó el relevo su aparejador, Joan Normant, un arquitecto que había acompañado a Carlín a lo largo de una gran parte de su vida, y que también tenía conocimientos del gótico catalán. Tras un periodo de tiempo en el que se contrataron a múltiples profesores simultáneamente para apresurar las obras, al final se volvió a la solución de una dirección única, que recayó en Simón de Colonia y posteriormente en Alonso Rodríguez. La visión desde la Giralda da testimonio de la compleja estructura de cubiertas, pináculos y arbotantes que presta equilibrio a tan enorme edificio. Otro aspecto que no debemos olvidar del exterior es sus magníficas portadas de bellísimas esculturas. El pasear por sus jardines y estancias te harán ver y percibir como nuestros ancestros vivían y que entendimientos tenían, este palacio está repleto de encantos por todos y cada uno de los rincones. A destacar en el interior existen muchos puntos pero si hay que quedarse con ciertos estos son sin duda el Retablo Mayor, una auténtica obra de arte que puedes pasar horas admirando.
Aparte de un exterior espectacular, la Catedral de Sevilla tiene también un interior memorable. A uno de los lados de la Catedral podemos consultar otro rincón emblemático, el Patio de los Naranjos, al que se puede entrar desde el exterior mediante la Puerta del Perdón y que sirvió como patio de las abluciones en la Sevilla musulmana. Indudablemente, lo que más llama del exterior es la Giralda, el monumento mucho más representativo de la capital andaluza. Como muchas otras catedrales, esta se edificó exactamente en el mismo sitio donde estaba la mezquita antes de ser conquistada la ciudad. En esta sección va a poder acceder a los contenidos de cada Comunidad Autónoma, mediante la navegación mediante mapas. Una actitud diferente, mucho más libre, ante el arte y la vida, identifica la sensibilidad estética de este instante.
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Otros que intervinieron fueron Pedro Millán, los hermanos Jorge Fernández Alemán y Alejo Fernández, Roque Balduque, Juan Bautista Vázquez el Viejo y Pedro de Heredia. Este libro de la catedral de Sevillapermite adentrarse en cada rincón del templo, tal como comprender en aspecto su crónica y arquitectura. Sus páginas tienen dentro varias fotografías, ilustraciones en tres dimensiones exclusivas, información rigurosa y numerosos datos y curiosidades.
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La Capilla Real, ubicada en el muro de la cabecera, es obra de Martín de Gaínza, del siglo XVI que sustituyó al viejo ábside gótico. En la hornacina primordial del retablo se halla la imagen de la Virgen de los Reyes, gótica de la segunda mitad del siglo XIII, que perteneció a Fernando III. La catedral sevillana está compuesta por cinco naves, siendo mucho más alta la principal, pues alcanza los 36 mts al paso que las laterales llegan a los 26 mts.
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La traza original hubo de ser efectuada por Ysambart cerca de 1433, y la copia se ha fechado hacia 1488. De su lectura se deduce la intención inicial de eliminar el patio de los naranjos y la Giralda. Como era habitual en los procesos de reconquista de enormes urbes musulmanas, Fernando III cristianizó la mezquita principal de la región almohade de Sevilla. La sala más importante de todas y cada una es la Salón Capitular, de forma eliptica y con unas pinturas espectaculares y donde tenemos la posibilidad de resaltar también la bóveda renacentista. En los muros laterales del Coro podemos encontrar 4 lindas capillas, las llamadas Capillas de Alabastro, por estar construida en este material.
Lo cierto es que en el año 1462 se encontraba al frente de las proyectos Juan Norman al que prosiguieron diversos especialistas hasta la culminación del cimborrio por Alonso Rodríguez y Gonzalo de Rojas, ahora en el siglo XVI. La estabilidad de la arquitectura gótica y la abundancia de elementos decorativos confieren un aspecto solemne al interior de la catedral, cuya organización obedece a un meticuloso programa simbólico. La capilla mayor es el espacio que constituye el epicentro simbólico de la catedral de Sevilla, y aloja el mayor retablo del mundo católico. El coro, constituido por 117 sitiales tallados en madera entre los siglos XV y XVI, y el trascoro son 2 de los elementos más destacables del interior del templo. La Giralda se comenzó a crear en 1184 bajo la dirección del arquitecto Ahmed Ben Basso, que solamente levantó un basamento de sillería, y fue concluida 14 años después por Alí de Gomara, que había optado por proseguir la obra con ladrillos macizos. Entonces la torre alcanzaba los 82 metros de altura –unas medidas que la transformaban en la edificación más alta de Europa– y se encontraba coronada por una cúpula revestida de azulejos y cuatro esferas doradas. Una gigantesca obra de arte que el visitante podrá ver rodeada de una enorme reja.
Esta insigne catedral está situada precisamente en el espacio físico que en su día ocupó una antigua mezquita mora y guerrera del siglo XII de la que solo queda su impresionante alminar, hoy Giralda. Si alzamos la visión hacia el infinito vamos a poder maravillarnos por la esbeltez de la veleta con la que fue rematada en el siglo XVI. La frase que mostramos en la entradilla del informe no resulta exagerada, en tanto que fué considerada como el mayor templo gótico del mundo y el tercer templo de la cristiandad tras San Pedro del Vaticano y San Pedro de Londres. Es una composición de 104 metros de altura, y planta cuadrangular, que prosigue el modelo del alminar de la Kutubía de Marrakech.
