quien creo la iglesia catolica
De ahí el prestigio de los mártires y el que acudieran a ellos los pecadores en busca de recomendación ante la comunidad y el obispo. Ello dio como resultado los libelli pacis de los mártires, que eran solo un suplico para que los períodos y otros miembros de la red social con errores graves fuesen exculpados. San Cipriano, en su extrema dureza, sólo dejaba utilizar los libelli pacis y que los diáconos diesen la comunión a los penitentes en la hora de la desaparición (dura persecución de Decio).
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El papa de origen gallego o portugués que tradujo la biblia al latín vulgar, que se usó durante 1.600 años. En 315, Constantino logró de la conversión al judaísmo un delito capital; tanto el judío proselitista como el cristiano converso eran presos de muerte.
Es que por muchos argumentos tu cerebro no absorbe, así que es inútil. Aunque te digo una cosa, yo soy católico pero no creo que la Iglesia Católica actual sea católica. Sólo fíjate quién ha atacado siempre a los católicos.
— _____0.p4in_____ (@0P4in) September 13, 2021
Otra de las causas que favorecieron la espectacular ascensión de la novedosa Iglesia católica que aparece al amparo del emperador, fueron las generosas donaciones y exenciones fiscales concedidas al clero niceno, varios años antes de que el cristianismo católico se convirtiera en la “única” religión oficial del Imperio. Lo que se consumó con la promulgación del Edicto de Tesalónica por orden del emperador Teodosio en el 380. Acto seguido, en Dídima, Asia Menor, fue saqueado e incendiado el oráculo del dios Apolo y torturados hasta la desaparición los sacerdotes paganos. Asimismo fueron desahuciados todos los sacerdotes paganos del monte Athos, y destruidos sus santuarios y santuarios. En vísperas de la inauguración oficial de Constantinopla , nuestro Constantino mandó saquear todos y cada uno de los templos paganos de Grecia y mover sus mucho más apreciados tesoros a la novedosa capital imperial. Varios de los muy bellos santuarios de la temporada tradicional fueron destruidos por la férula de los cristianos, no por la furia de los salvajes, como de manera frecuente se hizo opinar. Constantino pasaría también a la historia por las leyes que convirtieron los oficios de carnicero y panadero en hereditarios, lo que en la Edad Media serían los gremios de artesanos, y más importante aún, por convertir a los colonos de las granjas en siervos, sentando las bases de la sociedad feudal.
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Constantino creía que su deber como emperador designado por Dios, era terminar con los desórdenes religiosos, y convocó el Concilio de Nicea para, según él, terminar con los cismas doctrinales que dividían a la Iglesia, en especial el arrianismo. Poco tras la batalla del Puente Milvio , Constantino entregó al papa Silvestre I un suntuoso palacio que había pertenecido a Diocleciano, perseguidor de los cristianos, con el encargo de crear una gran basílica dedicada al culto católico. A lo largo del siglo III el Imperio De roma había sufrido diversas crisis de variada índole –económicas, demográficas, pandémicas, políticas y militares– que próximo estuvieron de destruirlo. A principios del siglo IV, tras alcanzarse una solución de deber, el Imperio se encontraba dividido en 2 mitades, una oriental y otra occidental, y gobernado por dos emperadores mayores o augustos, y dos emperadores inferiores o césares, que eran a su vez los sucesores reconocidos de los primeros. En verdad la reforma del IOR fue entre las primeras ideas del recién escogido papa Francisco.
- Éfeso asimismo se ha señalado como una viable localización del primer templo católico, puesto que San Pablo de Tarso acudió hasta esta ciudad para dialogar con diferentes integrantes del cristianismo de la temporada, lo que hace suponer que en algún lugar contaban con un templo para la oración.
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Los números no engañaban al apuntar que había sido construida bajo tierra entre los años 33 y 77 de nuestra era, o sea, justo después de fallecer Jesucristo, y su ubicación encajaba en un periodo histórico en el que las persecuciones a los cristianos eran lo frecuente. Tras finalizar las persecuciones, sobre esta gruta se edificó una iglesia en honor a San Jorge, en la cual aparece un mosaico que menciona a “los 70 amados por Dios”, los 70 primeros acólitos de Jesucristo que se reunían aquí tras su muerte para platicar sus obras. Roma fue saqueada en el año 410 por el rey visigodo Alarico, que se llevó de las bodegas del templo de Júpiter Capitolino el tesoro que paralelamente los romanos habían tomado en el templo de Jerusalén tras saquearlo y destruirlo en el año 70.
El Pontífice instaló allí su residencia oficial, y hasta el siglo XIV aquel rincón fue la sede central de la iglesia católica. La historia de historia legendaria cuenta que el mismo ángel que múltiples siglos antes se le había aparecido a Constantino, reapareció en la basílica de Santa Sofía mientras que los defensores, seguros de que iban a fallecer en el próximo ataque de los turcos, celebraban su última misa. El evanescente ángel, concluida la liturgia, tomó el cáliz con el que se había oficiado el servicio espiritual y desapareció entre los muros de la basílica, tras jurar que retornaría para devolver el beato cáliz en el momento en que la basílica volviera a ser un templo católico y se celebrase la primera misa. Los romanos toleraban ciertas artes consideradas “mágicas” por los cristianos, como las prácticas abortivas, por poner un ejemplo. No obstante, la magia con carácter pernicioso –magia negra– asimismo se encontraba condenada por los romanos.
Hasta tal grado llegó, que en el siglo XIII era recurrente entre los leales una confesión semanal e, incluso, hay casos como el de santa Brígida (+ 1375) que hacía una confesión día tras día. Tras el año 1000, en occidente se había hecho muy rara la penitencia pública. En los principios del cristianismo solo existía el bautismo para reconciliar al hombre con Dios y pasar a ser parte de la red social cristiana. Es a mediados del siglo III cuando san Cipriano (+258) charlaba de la posibilidad de una segunda tabla de salvación, para quien tras el bautismo hubiese pecado.
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