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las mejores Iglesias En Navarra

En frente de todo este caos de demonios, queda la promesa de la salvación para el fiel. Es lo que parece decirnos entre los capiteles donde observamos a Cristo crucificado y, cerca de él, observamos 2 apóstoles. Uno es San Pedro, reconocido por el hecho de que porta una gran llave. Es el ingreso al paraíso, es la puerta que van a abrir las llaves de este santurrón a quien lo merezca tras haberse mantenido distanciado del pecado y las tentaciones. Es el simbolismo de fuerte carga teológica del arte Románico que no deja de contemplar al espectador por la atrayente forma en que está representado. A la derecha, en un background, un tercer personaje representado solo por su cabeza. Lo mucho más probable es que el canecillo tenga una significación sexual.

Desde esta iglesia de Pamplona empieza el 7 de julio la procesión de San Fermín y es en este mismo lugar donde tienen lugar durante la temporada de fiestas todos los actos religiosos oficiales. San Nicolás es la única iglesia de Pamplona que guarda algún resquicio románico.

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Indispensable también son el puente sobre el Ebro, de 360 metros y con 17 magníficos arcos ojivales y la Plaza de los Fueros, centro social de los pobladores de Tudela. Segunda ciudad en relevancia tras Pamplona, se encuentra dentro de las ciudades de origen islámico mucho más esenciales de Europa.

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Dentro de la iglesia se almacena la reliquia traída en el siglo XIII por un arzobispo de la región griega de Patrás, que peregrinaba a Santiago. En oposición al palacio, la iglesia de San Pedro de la Rúa, poseedora del título de iglesia mayor de la región, calificativo que le fue otorgado en el año 1256. Encontrados 365 desenlaces de compañías que pueden tener alguna relación con la búsqueda efectuada «Angel Iglesias» en Pamplona/iruña.

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Además, más allá de que inicialmente la iglesia contaba únicamente con la entrada que da a la plaza de San Nicolás, en el momento en que la localidad empezó a medrar en dirección opuesta, y se causó la urbanización del paseo de Sarasate, hubo que hacer otra fachada en 1888. La iglesia de San Nicolás nació en el siglo XII, más que nada, para servir de bastión militar y defensivo de los vecinos de su burgo, del mismo nombre, siempre y en todo momento enfrentado con los otros dos burgos de la ciudad, Navarrería y San Saturnino.

En ella pueden verse numerosos ejemplos de este estilo artístico, varios de los más hermosos que logramos hallar en España, de ahí que se hace necesarios realizar una pequeña lista con todos ellos para facilitar nuestra visita. Cuentan los escritos de la época que a Estella la llamaban en la Edad Media la «Toledo de Navarra» por la gran cantidad de monumentos que presentaba. Situada a orillas del río Ega, fue fundada por el rey Sancho Ramírez para atender a los peregrinos europeos.

  • Pero puede ser que, viendo la estatua románica del pórtico, imaginemos que hay un mundo asimismo invisible.
  • Situado en la famosa comarca de Tafalla, Artajona posee una de las fortalezas más espectaculares de Navarra y de España.
  • Seguramente conoces las visitas fundamentales —la Catedral, la Plaza del Castillo, el parque de la Taconera, la calle Estafeta, la Ciudadela— y que también has oído charlar de su acogedor casco antiguo, del sabor de sus pinchos y de su rica vida cultural.

La cuna de San Francisco Javier, patrón de Navarra, es una impresionante fortaleza medieval que de año en año visitan una cantidad enorme de navarras y navarros a lo largo de la peregrinación de las Javieradas en el mes de marzo. No te pierdas su espléndida portada escenográfica, ejemplo del esplendor del Renacimiento hispánico, para poner el punto y final a esta ruta. En lo que se refiere al conjunto monumental, hablamos de una serie de edificaciones de distintas épocas —medieval, renacentista y barroca— rodeadas de viñedos que no puedes dejar de visitar. Seguro que conoces las visitas fundamentales —la Catedral, la Plaza del Castillo, el parque de la Taconera, la calle Estafeta, la Ciudadela— y que asimismo has oído hablar de su agradable casco antiguo, del gusto de sus pinchos y de su rica vida cultural. Elegante, amurallada y muy muy verde, Pamplona bien vale una parada. Historia, arte, gastronomía y hospitalidad te esperan aquí cualquier ocasión del año.

El software de apertura de iglesias y monumento en los meses de verano se puso en marcha en 2008, por lo que la de este año es la séptima edición. Está en la parte más montañosa de la merindad de Olite y, por consiguiente, a unos 45 km de la ciudad de Pamplona. Entre sus empedradas calles y sus peculiaridades casonas podemos encontrar algo tan espectacular como es la iglesia de San Martín de Tours.

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En cambio la luna, la noche, aparece hacia el interior del pórtico, la parte menos iluminada. La iglesia de San Esteban de Eusa se encuentra a tan solo 9 km de Pamplona pero, pese a esta proximidad y de su interés artístico, no es muy conocida y está fuera de los circuitos turísticos habituales.

Tras haber profundizado en la rigurosa sexualidad de la Edad Media mediante los mensajes de la estatua de la Iglesia de Eusa, volvemos a Pamplona. Tomamos la ronda norte y cogemos la carretera que lleva a Irurtzun y, antes de llegar a esta ciudad, nos desviaremos a la derecha para acercarnos al pueblo de Larumbe, que está a 20 kilómetros de Pamplona, en el valle de Gulina.

Tu primera parada te enseña una pequeña ciudad donde la huella jacobea convive con su pasado épico y legendario, pues en los acantilado del entorno las tropas de Carlomagno fueron derrotadas por los vascones en el año 778. Tienes que conocer el centro expositivo donde te lo explican todo sobre esta importante guerra de la Edad Media. Si decides llevar a cabo el Sendero en coche puedes aprovechar la libertad de movimientos que te ofrece para entender con mayor hondura alguno de los sitios propuestos.

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Un espacio para el arte, al aire libre, en el que el artista Xabier Santxotena honra a la mitología vasca y te muestra los agotes —conjunto étnico oriundo de la localidad, marginado durante siglos—. Desde el molino arranca un satisfactorio recorrido entre caseríos de 1,5 kilómetros que atraviesa la presa y el canal y llega hasta el mítico monolito del monte Gaztelu, lugar en el que se ubicó entre los castillos del Reino de Navarra, del que hoy se preservan ciertas ruinas. Este jalón recuerda que Amaiur/Maya fue el último foco de resistencia frente a la conquista de Navarra, allí por el año 1522. Hablamos de una antigua vía que atraviesa los Pirineos Atlánticos por el Valle de Baztan y que usaban los paseantes que desembarcaban en el puerto de Bayona. Este monumento esculpido por la naturaleza forma uno de los paisajes mucho más indómitos de la geografía navarra. Hogar de rapaces, zorros y tejones, su precioso desfiladero con paredes verticales que caen 300 metros es fruto del paso del río Irati.

Por ello, nueve años más tarde, en 1231, fue construida una nueva iglesia situada en el mismo lugar, junto al muro exterior de la región, que discurría por el actual recorrido de Sarasate. Una delicada iglesia de planta octogonal construida en la segunda mitad del S.XII. Cuenta con un original atrio exento y una galería porticada con 33 arcos.

Su portada es una de las proyectos cima del románico en España. Si tienes tiempo para contratar una visita guiada, desde aquí te lo aconsejamos. A partir de Puente la Reina, este camino sigue la misma ruta que la vía que entra por Luzaide/Valcarlos. Hasta llegar aquí tienes por enfrente km de panoramas ondulantes ricos en cereal, molinos de viento, extensas pinadas y unas hoces de hermosura salvaje. La localidad románica y jacobea por excelencia, con joyas arquitectónicas en todos y cada esquina. Aquí verás palacios como el de los Reyes de Navarra, viviendas señoriales, iglesias medievales —como la de San Pedro de la Rúa con su misteriosa columna torsa en el claustro— conventos, puentes y bellas plazas.

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En esta iglesia es donde se genera el contraste mucho más acusado entre Románico y Gótico. Es, de las tres iglesias, donde se puede ver mejor la transición que supuso el siglo XIII a la hora de comprender la arquitectura. Desde el criterio arquitectónico, San Vicente de Larumbe tiene el pórtico más atrayente y precioso, con ventanales geminados ojivales y delgadas columnas que aligeran visualmente la pesadez de los muros. Este bello pueblo está construido nada más y nada menos que sobre una loma desde donde vas a encontrar unas excepcionales vistas de la Cordillera Pirenaica, pero asimismo de la llanura de la Ribera.

Llama la atención entre los capiteles adornado con dos cruces y 2 círculos, que representan uno el sol y otro la luna. Es habitual ver el sol y la luna relacionados con el crucificado en las representaciones artísticas del Románico. Ámbas cruces están en las caras este y sur de la columna, las más alumbradas.

Empezamos por la Iglesia de San Pedro de la Rúa, la iglesia más importante de Estella. Fue construida en el siglo XII y resalta en especial por su claustro, considerado uno de los conjuntos de mayor riqueza escultórica del románico navarro. A refererir también el pórtico del XIII, una enorme torre, la sillería románica del coro y una secuencia de estatuas góticas y románicas en el interior. En esta iglesia juraron fueros y privilegios el Emperador Carlos V en 1523 y Felipe II en 1592. El trabajo escultórico de la portada de entrada al templo es considerablemente más especial.

Las 37 iglesias y monumentos, que continuarán libres en distintas horarios, están esparcidos a lo largo de las rutas jacobeas que cruzan Navarra. Específicamente, 22 se encuentran en el Camino Francés, entre Luzaide/Valcarlos y Viana, y nueve se encuentran a lo largo de la vía aragonesa del Sendero, entre Sangüesa y Viana. Está ubicado en el corazón de la comunidad autónoma y a solo 42 km de Pamplona. Es una delicia pasear por su casco histórico, donde hallarás increíbles iglesias, caserones de piedra y distintos palacios nobles. Lo que más llama la atención, sin lugar a dudas, es ese castillo-palacio que se ha convertido en el emblema de Olite. Es un ejemplo de gótico civil navarro y fue sede de reyes de Navarra hasta el momento en que, en el año 1512, fueron incorporados a la Corona de Castilla.

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